El último derbi no ha venido exento de polémica.

Es normal que en todos los derbis haya su pizca de declaraciones previas, alguna polémica durante el partido y declaraciones que pueden agradar más o menos a la finalización. En este derbi la información se centra especialmente en el lanzamiento de objetos y la actitud de los jugadores.

Hace mucho tiempo que vengo defendiendo lo inadecuado que resulta ver a los jugadores dirigiéndose a la grada. Hemos visto jugadores cómo celebran sus goles, sus acciones, sus triunfos e incluso sus vitrinas dirigiéndose al público. No olvidemos que esto es un espectáculo, por el que se paga y muy bien pagado, como para aguantar la falta de respeto o actitudes grotescas de los que deben ser únicamente artistas sobre el terreno de juego. A mi parecer debería estar sancionado; no creo que sea una actitud correcta. Yendo más allá, no debe ser correspondido con lanzamientos al campo y a los jugadores de objetos, botellas, mecheros, etcétera… que sí es sancionable hoy por hoy según la normativa de la RFEF. 

La preocupación viene cuando jugadores o incluso entrenadores normalizan esa actitud. Lo que en un campo se ve como algo inhumano, algo bárbaro o barriobajero, en campo propio se ve como algo normal; incluso lo defienden al son de: «No me da ninguna pena». Deben reflexionar y pensar lo que dicen antes de ponerse delante de unos micrófonos. El culmen han sido las declaraciones del entrenador Almeyda, en las que se desmarca diciendo:»Si ganas, tienes que ser humilde e irte».

La gran diferencia, que dista mucho de lo que es una provocación a una grada, es que, una vez finalizado el partido, los jugadores se quedan en el césped celebrando junto con su afición lo que ha sido para ellos un triunfo que puede trascender incluso más que a un mero partido. Hablamos de que un derbi es algo que en la ciudad de Sevilla trasciende a los 90 minutos que está la pelota rodando. No veo lógico que un entrenador indique cómo se ha de celebrar un triunfo. ¿Cuántas veces hemos visto en nuestro estadio y en otros que los jugadores han terminado y directivos han bajado al césped para celebrar lo que ha sido el triunfo? Hay que tener la piel menos fina, un poquito más de tablas para saber ganar y perder y tener una memoria menos selectiva o al menos ser conocedor de los últimos años para saber que ellos llamaban sevillanía a lo que ahora llaman provocación.