Más que fútbol, más que tres puntos (y esta vez, debe ser verdiblanco)

Llega el derbi. El partido que paraliza Sevilla, divide bares y convierte cualquier conversación
en una cuestión de orgullo. Pero esta vez, la cita trae consigo un guion que se inclina
claramente hacia un solo lado: un Betis con la vista puesta en Europa y un Sevilla necesitado
de una victoria que, más allá del terreno de juego, sirva para aliviar tensiones en un club
inmerso en una tormenta institucional.

Un Betis en ascenso y un Sevilla sin rumbo
El Sevilla ha hecho de la inestabilidad una constante en los últimos años. Desde Lopetegui
hasta Quique Sánchez Flores, el banquillo de Nervión ha sido una trituradora en continuo
movimiento. Ahora, con la apuesta por Xavi García Pimienta y su reciente renovación hasta
2027, la entidad rojiblanca busca cimentar un proyecto a largo plazo, aunque el presente, y
sobretodo el futuro, está lleno de incógnitas.

Mientras tanto, en la otra orilla del Guadalquivir, el Real Betis, nuestro Betis, ha sabido
mantener una línea de trabajo firme y coherente. A pesar de las dificultades —lesiones, bajas
clave y exigencias competitivas—, Manuel Pellegrini ha dotado al equipo de una identidad
clara. En ataque, el talento de Isco, la irrupción de Antony y el hambre de Jesús Rodríguez
aportan dinamismo y creatividad. En defensa, la figura de Diego Llorente como líder de la zaga
ha traído la solidez necesaria para afrontar retos importantes.

El Villamarín: Un factor determinante
Jugar en casa supone un valor añadido. El Benito Villamarín será, una vez más, un hervidero
de emociones, con la afición bética volcada en busca de una victoria que, en Liga y en casa, ya
toca. No es solo cuestión de tres puntos; es una cuestión de orgullo, de reafirmar el camino
recorrido en los últimos años y de dejar claro que la ciudad, hoy por hoy, es verdiblanca.

Sin embargo, los derbis nunca son fáciles. Por mal que esté el Sevilla, saldrá con cuchillo entre
los dientes para intentar rascar algo en un partido que es su última tabla de salvación a una
temporada de transición hacia la nada. Pero con la intensidad adecuada, la calidad diferencial
de Isco y compañía, y el empuje del Villamarín, este derbi debe quedarse en Heliópolis.

Las claves del partido
El duelo se decidirá en la zona de tres cuartos. Si el Betis logra conectar a Isco, Antony y Jesús
Rodríguez -y quién sabe si Gio Lo Celso-con la movilidad del delantero, podrá explotar las
muchas carencias defensivas de su rival. En cambio, el Sevilla, aunque más suelto lejos de su
estadio, se encomendará a la inspiración de Lukebakio para seguir salvando la temporada.
En los banquillos, Manuel Pellegrini, con su experiencia y su capacidad de gestión, sabe
manejar este tipo de partidos, y es cuestión de tiempo -y ese puntito casi esotérico- para que
consiga la ansiada victoria en el Gran Derbi , como ya hiciera derbis de Manchester o el clásico
contra el Barcelona. Por su parte, García Pimienta buscará reafirmar su idea de juego, sabedor
de que una derrota podría abrir más grietas en el proyecto sevillista.Es el momento del Betis

El Real Betis Balompié tiene ante sí la gran oportunidad de dar un golpe sobre la mesa y
reafirmar su superioridad actual sobre el eterno rival, y por qué no, soñar con objetivos más
bonitos a final de temporada. Jugamos en casa, llegamos en mejor forma y tenemos una
mejor y más equilibrada plantilla. En un derbi todo puede pasar, sí, pero si hay un
momento para ganar es este.
Béticos, afinemos las gargantas, llenemos el Villamarín de verdiblanco y preparemos la guasa
para después del partido. Porque esta vez, sí que sí, el derbi tiene que ser nuestro.

¡Viva el Betis, manquepierda! (Pero si gana, mejor).